Didier Lobo

Señor Presidente Gustavo Petro,

Me dirijo a usted con profunda preocupación respecto a sus recientes declaraciones sobre los alcaldes del Caribe colombiano y la situación de las tarifas eléctricas en la región. Como senador, considero mi deber señalar las inconsistencias y problemas en su planteamiento.

Presidente, no se gobierna o administra a punta de acusaciones, máxime cuando éstas son infundadas; sus imputaciones sin ninguna prueba hacia los alcaldes del Caribe, sugiriendo que podrían estar «en nómina de Air-e y de Afinia», son no solo irrespetuosas sino también arbitrarias. Estas afirmaciones socavan la integridad de los funcionarios electos y deterioran la confianza en las instituciones democráticas.

Como lo manifestó ASOCAPITALES es preciso recordar que, según normas legales, la regulación de las tarifas de energía es competencia exclusiva de la Comisión Reguladora de Energía y Gas (CREG). Los alcaldes no tienen injerencia directa en esta materia. De hecho, es responsabilidad del Gobierno Nacional, que usted encabeza, conformar adecuadamente la CREG para que pueda cumplir sus funciones.

Su gobierno ha enfrentado críticas e investigaciones por no haber constituido completamente este órgano clave del sector energético. Esta omisión es un factor crucial en la falta de avances en la reducción de tarifas que usted mismo reconoce.

Usted gobierna muchas veces con el deseo; de allí el divorcio entre fines y medios que padecen sus malas ejecutorias. Administrar no es “soplar y hacer botellas”.

Su propuesta de que los alcaldes construyan granjas solares de 10 megavatios en cada municipio ignora las complejidades técnicas, financieras y regulatorias de tales proyectos. Los gobiernos locales no necesariamente cuentan con los recursos o la capacidad para emprender iniciativas de esta magnitud sin un apoyo sustancial del gobierno central.

Es importante señalar que varios alcaldes, como los de Santa Marta y Cartagena, han sido vocales en sus críticas al servicio prestado por las empresas de energía y han buscado activamente soluciones. El alcalde de Cartagena, por ejemplo, afirma haber enviado propuestas concretas a su gobierno que no recibieron respuesta.

Señor Presidente, en lugar de culpar a los alcaldes, le insto a enfocarse en las responsabilidades que corresponden directamente a su administración:

  1. Completar la conformación de la CREG para que pueda funcionar plenamente.
  2. Abordar las barreras judiciales y políticas que, según usted mismo ha mencionado, impiden la modificación de la fórmula tarifaria.
  3. Desarrollar un plan nacional coherente para la transición energética que incluya apoyo técnico y financiero a los municipios.
  4. Trabajar en coordinación con los gobiernos locales y departamentales, respetando su autonomía y reconociendo sus esfuerzos.

La crisis energética del Caribe requiere soluciones integrales y coordinadas entre todos los niveles de gobierno. Las acusaciones infundadas y la transferencia de responsabilidades no contribuyen a resolver el problema.

Atentamente,

 

DIDIER LOBO CHINCHILLA

Senador de la República